Homenaje a Tu Clítoris

 

 

Acaso, por si acaso no he soñado con tu pubis de manantiales de vida y fragor. Con tu clítoris que hace a mi pasión. Ay! mujer no sabes como sueño con la flor de tu cuerpo, escondida entre la selva que habita entre tus piernas.

 

Cada noche palpita mi piel por unirme a tu piel. Cada noche en la distancia muero por beber el manantial de tu pubis, el secreto de su flor que te da vida y placer. Cada noche sueño con el néctar de tu cuerpo, de tus jadeos, con tu clítoris que es pura miel.

 

Esa dulzura hace amaneceres y despertares, de tí el éxtasis orgásmico desde el cielo, de mí la adoración y la entrega al altar más sublime de una mujer. Las suaves olas de tus pechos, llenos de vida y silencios que cantan pasiones que me envuelven en tus brazos y deshacen mis abrazos.

 

 

Y luego tu cuello lleno de secretos buscando escapar entre mis labios, cuando saboreo intensamente tu piel y desde tu silente nuca bajo hasta tus muslos ardientes y me dirijo profundo a lo más profundo de todo tu ser. Entonces surgen ríos de alegría y torrentes alocados de libre sexualidad cuando juego con la rosa de tu humanidad.

 

Así tus manos alcanzan mi falo y nos unimos en degustar lo más esencial de lo que somos, de lo que en cada noche soñamos. Ay! Mujer, no sabes cómo me duermo soñando vivir contigo eternamente esos momentos en que juntos ardemos frescos y unidos en el placer eterno.

 

 

Por eso en cada mañana mis manos no pueden dejar de adorar la esencia de tu pubis, tu dulce clítoris que eleva mis sentimientos hasta unirse contigo en el jadeo de nuestro sexo.

 

 

José Alejandro.